El Telescopio Espacial James Webb y el misterio de W1935: el exoplaneta que emite luz propia

La NASA se ha topado antes un enigma considerable con el hallazgo del exoplaneta conocido como W1935, por parte del Telescopio Espacial James Webb una estrella enana marrón que al parecer sería capaz de emitir su luz propia. Una situación que, en teoría, sería imposible que sucediera con las formaciones de su tipo.

Desde el inicio de su hallazgo aquí en FayerWayer comenzamos a compartir los primeros detalles revelados por la Agencia Espacial en su momento hace un par de semanas con el arranque de febrero de este año 2024.

A manned orbital maintenance platform (OMP) sidles up to the James Webb Space Telescope (JWST) for repair and upgrade. In this image the perspective is the front of the JWST where spotlights on the OMP are illuminating the gold-coated primary mirror.

Pero ahora llega el momento de abordar con un poco de mayor profundidad lo matices de este descubrimiento que podría significar un avance importante en nuestro entendimiento del sistema solar que habitamos y hasta el universo completo.

Desde su lanzamiento el Telescopio Espacial James Webb ha demostrado el alcance de su potencial, capturando imágenes que antes eran inconcebibles y que nos expanden en definitiva el panorama de oportunidades para la comunidad científica.

El caso de esta entidad es en sí uno de los más representativos de las aristas no exploradas y que ahora se muestran ante todos.

W1935 es un planeta que se mantiene inexplicable para la comunidad que estudia el Telescopio Espacial James Webb

El Telescopio Espacial James Webb (JWST), la nueva joya de la astronomía espacial, ha detectado un fenómeno intrigante en un objeto espacial conocido como una “enana marrón”.

Se trata de una serie de “auroras”, que se manifiestan en sí como luces desde este objeto, que ahora a estas alturas ha sido apodado cariñosamente Brown Dwarf W1935 o Enana marrón W1935.

Las auroras en la Tierra son producidas por la interacción del campo magnético terrestre con partículas energéticas del Sol, así es como nuestro planeta, a su modo, tiene luz propia.

Sin embargo, la enana marrón W1935 no tiene una estrella anfitriona, lo que convierte a sus auroras en un misterio que intriga a los científicos de manera profunda. Simplemente no debería de suceder.

Elon Musk

Este peculiar objeto, más grande que Júpiter pero más pequeño que el Sol, no posee una fuente clara de energía en su atmósfera superior.

De modo que hasta el momento, sin una mejor explicación a la mano, se especula que las emisiones de metano podrían estar detrás de la emisión de estas auroras. Pero el descubrimiento de este exoplaneta no ha estado exento de confusión.

En redes sociales, según reportan los colegas de LAD Bible, se especuló con la posibilidad de que el origen fuera “luces urbanas” en el exoplaneta Próxima Centauri b, similar a la Tierra, lo que indicaría incluso la existencia de vida extraterrestre.

Sin embargo, esta teoría por el momento debe ser totalmente desestimada. Aunque sí se abren nuevas interrogantes sobre la formación de estos fenómenos en objetos sin una estrella anfitriona.

El misterio por lo pronto se discutirá en la 243ª reunión de la Sociedad Astronómica Estadounidense en Nueva Orleans este mismo año.