"Yo espero que la sociedad sinaloense comprenda la joya que tiene", Eduardo García, director artístico de la OSSLA

Culiacán, Sinaloa.- El reciente director artístico de nuestra Orquesta Sinfónica Sinaloa de las Artes, Eduardo García Barrios, nombrado apenas el pasado diciembre, nos concedió una entrevista en exclusiva para EL DEBATE en donde se devela como un ser humano excepcional, con un claro camino para la orquesta y para sus artistas, deseando, además, con todo ‘el corazón’ que los sinaloenses reciban lo mejor de ella.

– ¿Cómo irá construyendo el programa de la Ossla?

Hay muchos parámetros. Uno es el conocimiento de la orquesta, el ir creado conjuntamente un sonido y hay ciertas obras que nos ayudan a eso. En el programa [que ya hicieron de Tchaikovsky] todos los artistas de la orquesta lo han tocado, pero es una gran oportunidad para que nos conozcamos: qué tipo de sonido queremos en la cuerda.

Otro parámetro puede ser el ir incluyendo obras de compositoras que no se conocen. Música que sea de calidad que esté bien construida para ir abriendo este espacio, ese es otro momento. Música contemporánea, también.

Las y los artistas de la orquesta también, quieren tocar como solistas; entonces ya decidimos una metodología para ir escogiendo. Y hay un elemento que a mi me gusta mucho que es el sentido conceptual, por ejemplo, de mitos y leyendas: un concierto desde la leyenda de Emiliano Zapata o el mito de Paganini y su relación con el pacto con el Diablo.

“Yo espero que la sociedad sinaloense comprenda la joya que tiene, que la quiera, que la apoye, que la busque. Hay muchas cosas que resolver y necesitamos el apoyo de la gente”.

Recordemos que quien produce el sonido no es el director, son las y los artistas de la orquesta. Que además son, subrayo, artistas, y tienen sus propias ideas, concepciones, anhelos. Y poco a poco yo espero ir estableciendo este contacto con ellas y con ellos para que haya propuestas también.

Lo que quiero es que haya una programación para nosotros que estamos aquí sobre el escenario, y para el público.

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– ¿Cuál es su formación como músico?

Estoy en la sexta década, nací en la Ciudad de México, pero puedo decir con orgullo que soy tijuanense adoptado. Durante muchísimos años trabajé allá con la orquesta de Baja California en donde también trabajé en la educación, en Ensenada, y luego en Tijuana.

Como músico yo comencé tarde, debo decirlo, comencé a los 15 años a estudiar primero con mi padre, quien era médico, pero un gran aficionado a la música y pianista por afición.

Después entré al Conservatorio Nacional de Música y tuve la enorme dicha de tener grandes maestros, ahora recuerdo a José Suárez, maestro de contrapunto y armonía, la Mtra. Eloísa Ruiz, la Mtra. Ana María Báez, en piano, y Gellya Dubrova, una maestra rusa que venía de Moscú como intercambio y que creó una escuela fantástica en México, inspirando a decenas y decenas de jóvenes músicos.

Gracias a ella, tocando yo la viola; sí, gracias a ella pude viajar en la década de los 80 a Moscú a estudiar primero en el Preconservatorio Tchaikovsky, fueron tres años tocando la viola, tocando música de cámara, musicología,  piano y luego pude empezar a realizar mi sueño, que era ser director de orquesta ya en el Conservatorio Tchaikovsky con el maestro Yuri Simonov, que entonces era director general del Teatro Bolshói, y después con el maestro Dmitri Kitayenko, director de la Filarmónica de Moscú.

Nueve años después regreso y poco después es cuando me invitan a fundar la orquesta de Baja California. A partir de entonces he tenido la oportunidad de dirigir muchas de las orquestas de México y en el extranjero.

Hay otro aspecto de mi vida, que es igualmente importante, que es la parte educativa. Soy parte de el claustro de maestras y maestros de la Orquesta Escuela Carlos Chávez, que es un proyecto pedagógico, un modelo de educación muy diferente al tradicional; y, bueno, esta bendición de haber sido invitado a ser director de la Ossla en Culiacán.

Reparto, mi vida entre lo educativo, lo comunitario -del cual se puede hablar muchísimo- y el trabajo como artista profesional.

– Al respecto de la Orquesta Escuela Carlos Chávez, ¿cuál es el valor que da a la música con relación a la pedagogía para crear este ‘semillero creativo’?

La música entendida como la transformación del sonido, la organización del sonido y, todavía más específico, como la organización estética del sonido, es innata a la especie humana.

Son decenas de miles de años en el que la especie fue descubriendo el sonido y fue organizándolo de diferentes maneras. Las flautas más antiguas encontradas tienen 35,000 años; ahora imagínate, ¿cuántos miles de años será desde que el ser humano descubrió que podía tocar y organizar esto junto con la danza para entender el cosmos, para organizarlo? Esta es la primera importancia, que ni siquiera es una importancia, es parte de nosotros.

Desarrollar en niñas, niños, jóvenes y adultos la práctica musical es simple y sencillamente darle al ser humano su derecho de hacer música. De ahí puede haber muchísimas ideas al respecto de la importancia, está demostrado que la música, no solo escucharla, sino también hacerla, ayuda muchísimo al pensamiento abstracto, al matemático; ordena físicamente nuestra mente, ahí hay un plus enorme. Pero hay muchas otras cosas: cantar en un coro, tocar en una orquesta, te ayuda a aprender a ser disciplinado, a ser solidario.

Sí, somos iguales, la música nos está uniendo.

Uno de los grandes temas que es la igualdad de género en este momento, de una orquesta tiene que manifestarse de manera natural y eso hay que educarlo, educar a las niñas y los niños en esta igualdad. Y tienes un instrumento increíble que es la música para hacerlo.

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– ¿Qué pasa con las y los artistas de la orquesta? 

Ellos hacen la música, yo coordino. Son artistas de años y años de estudio. A veces no se comprende que es una especialidad altamente ‘especializada’; el dominio de un instrumento requiere horas y horas de trabajo.

Y, la atención y el nivel de profesionalismo que deben tener los músicos para, no solo tocar su parte en alto nivel, sino para escuchar a su sección, para conectarse con el resto de las secciones, su conocimiento del instrumento, de la armonía, del contrapunto, de la historia, de los géneros, de todos aquellos elementos que producen esta energía colectiva, es altísima.

…creo que es muy importante que todas y todos lo entiendan: que son las y los grandes héroes de cada concierto…los verdaderos forjadores de la cultura musical

Y creo que es muy importante que todas y todos lo entiendan: que son las y los grandes héroes de cada concierto; y yo soy un artista más cuyo trabajo es organizar esta emoción colectiva, aprender a escuchar las propuestas de las y los artistas en términos de sonido, de fraseo, y organizarlo.

їPor quГ©? porque tenemos que lograr un sentido Гєnico. AdemГЎs, muchas de los artistas de esta orquesta son maestros. Los directores vamos y venimos, ellos siguen aquí y son los verdaderos forjadores de la cultura musical. Quisiera que hubiera un cambio, y no me refiero a Sinaloa, sino en todas partes en las que he estado.

Para que la música pueda expresar todo su contenido emocional y filosófico, debe ser ejecutada con precisión y belleza. Y para eso hacen falta instrumentos buenos, e ir mejorando la acústica del teatro.

– ¿Recuerda algún primer contacto especial que haya tenido con la música? 

Una vez fuimos a ver con mi padre, que como decía yo, era músico aficionado, una película que se llamaba ‘Canción del sol de medianoche’, era sobre la vida de Edvard Grieg, un compositor noruego. Y saben que en Noruega, durante el verano, el sol nunca se oculta. Muy emocionante. Pero cuando regresamos a la casa, mi papá se sentó, yo tenía nueve-diez años, y empezó a tocar en el piano el preludio de la Suite Holberg, de Edvard Grieg. Fue un shock para mi.

El segundo gran momento fue porque yo empecé a ir a conciertos desde muy temprana edad. Fui a escuchar la Orquesta Sinfónica Nacional de la Unión Soviética y salió un director de pelo blanco y dirigió la Sinfonía Manfredo, de Tchaikovsky. Esa noche yo decidí ser director de orquesta, tenía 15 años. La vida me hizo un regalo: años después, ese director de pelo blanco, Dmitri Kitayenko, fue mi profesor en el conservatorio de Tchaikovsky.

PERFIL

Eduardo García Barrios, director de la Ossla 

* Fecha y lugar de nacimiento: 12 de noviembre de 1960, en la Ciudad de México.

* Preparación: En el Conservatorio Nacional de Música fue discípulo de los maestros José Suárez, Ana María Báez y Gellya Dubrova. Realizó sus estudios personales en Moscú, donde trabajó junto a Mikhail Voskresensky y Dmitri Kitayenko.

* Creador: Durante su estancia en el país soviético, fundó la Sinfonietta de Moscú; y en 1990 fundó la Orquesta de Baja California, de la que fue director artístico hasta 1998.

*Educación: Además de su vida artística, tiene un compromiso firme hacia la educación. Por ello, se destaca en su trayectoria como director de Fomento Musical de Conaculta y su colaboración en la Orquesta Escuela Carlos Chávez.

* Compositor preferido: Tchaikovsky.

* Instrumento preferido: La viola.

* Cantante preferido: Cecilia Bartoli, soprano italiana.