¿Sale a cuenta tener un coche de propiedad o es mejor optar por uno de renting?

La fórmula tradicional de tener un coche en propiedad ha ido perdiendo adeptos durante los últimos años. España ha tenido históricamente una cultura de propiedad muy potente, tanto en lo que se refiere a automóviles, como a la vivienda. Tener coche propio era, hace un par de décadas, una de las grandes aspiraciones, pero esta tendencia está cambiando en beneficio de otras modalidades de uso.

La cuestión es, ¿tener coche en propiedad es la mejor alternativa desde el punto de vista económico? Obviamente, un vehículo comprado, una vez pagado, permite disfrutar de él sin necesidad de realizar aportaciones mensuales para su disfrute, pero lo cierto es que existen otros gastos asociados.

En ocasiones, los costes totales del coche en propiedad pueden dispararse hasta incluso no salir a cuenta 

Cada experiencia de propiedad es diferente. En ella influyen multitud de factores como el coste del vehículo, el consumo de combustible, el precio de los neumáticos, de las pólizas de seguros, de las inspecciones de ITV, etc. Pero pongamos un ejemplo práctico y documentado basado en la experiencia personal. En mi caso, soy propietario de un Mini Paceman SD Cooper matriculado a finales de 2013 y adquirido, en el mercado de ocasión, en 2018.

Partidas como los neumáticos, el seguro o la ITV suponen un incremento considerable de los gastos del coche de propiedad

El mercado de usados, actualmente con precios por las nubes, permitía hace unos años acceder a coches en buen estado con tarifas de venta muy competitivas. En el caso de este Mini Paceman, el precio pagado fue de 13.000 euros. Su estado general era satisfactorio, aunque eso sí, acumulaba ya una cifra muy cercana a los 100.000 km.

Calma inicial

Los primeros meses de propiedad fueron muy tranquilos. El vehículo había sido entregado en buenas condiciones por el vendedor y su funcionamiento era perfecto. Además, su anterior propietario había contratado un programa de mantenimiento que todavía estaba en vigor. De esta forma, las primeras operaciones necesarias -centradas en el equipo de frenos- estaban cubiertas.

El primer desembolso significativo llega con los neumáticos: cambiar los cuatro tiene un coste de entre 640 y 720 euros

El primer desembolso significativo llegó con los neumáticos. Era momento de acudir a la ITV y las cubiertas que llevaba habían cubierto su labor, su grado de desgaste era elevado. Este modelo equipa ruedas con dimensiones 225/45R18, con índice de velocidad 95. El precio aproximado de cada neumático, si se instala una marca “de prestigio”, puede oscilar aproximadamente entre 160 y 180 euros, ya instalados en el vehículo. Es decir, la instalación de cuatro neumáticos nuevos tiene un coste de entre 640 y 720 euros.

Llegan las averías

Antes o después, en mayor o menor medida, las averías e incidencias se producen en cualquier automóvil. Bien es cierto que los índices de fiabilidad varían entre la multitud de marcas y modelos existentes en el mercado, pero ninguno de ellos se libra. Nuestro Paceman sobrevivió muy bien y envejeció sin problemas hasta 2022, cuando fue necesario sustituir piezas relacionadas con el embrague, una avería leve, pero que supuso un desembolso cercano a los 500 euros.

Todos los vehículos necesitan un mantenimiento periódico y a veces deben pasar por el taller debido a alguna avería

Las operaciones de mantenimiento son básicas para el correcto funcionamiento del vehículo y, por supuesto, para evitar averías no deseadas. En este caso, los habituales cambios de aceite, filtros de aire, filtro de combustible, etc, tienen un coste aproximado, entre 250 y 300 euros y deben realizarse cada 15.000 km. En total, las revisiones han supuesto 1.800 euros.

Otros desembolsos

El listado de gastos no finaliza aquí. La contratación de una póliza obligatoria de seguro supone otro desembolso importante. Una póliza a terceros con una franquicia de 200 euros, por ejemplo, cuesta unos 400 euros anuales. También anualmente es necesario abonar el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica al ayuntamiento donde se reside. En este caso, el Mini Paceman SD exige abonar anualmente un importe por encima de los 100 euros.

Una póliza a terceros con una franquicia de 200 euros, por ejemplo, puede costar unos 400 euros anuales

Se trata de un coche con una cierta antigüedad, es necesario superar anualmente al Inspección Técnica del Vehículos, conocida popularmente como la ITV, con una tarifa de 60 euros. Finalmente surgen otras incidencias menores, pero que igualmente requieren de un desembolso económico. Por ejemplo, la sustitución de lámparas: al estar equipado con tecnología xenón, cada una tiene un coste de 100 euros.

Vehículos haciendo cola en una estación de ITV para pasar la revisión

Sumando todos los costes especificados para disfrutar de coche en propiedad, la cuota mensual media sería de 280 euros. No se trata únicamente de valorar cuánto cuesta, es necesario medir el coste del mantenimiento y de las posibles averías generadas por su desgaste. ¿Es necesario correr estos riesgos? La respuesta es no, actualmente existen otras fórmulas que permiten disfrutar del vehículo con mayor tranquilidad.

Otras alternativas a la compra

El renting, el leasing o el coche por suscripción son alternativas para disfrutar de un coche sin necesidad de comprarlo y ahorrándose muchas de las preocupaciones ocasionadas por el coche en propiedad. Las dos primeras suelen ofrecer productos a largo plazo, un contrato de cuatro años de duración con posibilidad, al finalizar el mismo, de devolver el vehículo o de pagar una última cuota para quedárselo definitivamente.

La compra de un vehículo requiere tener en cuenta muchos aspectos, por lo que hay que es interesante contemplar la opción del renting

Las ventajas de estas modalidades son múltiples, ya que la cuota contratada puede incluir las operaciones de mantenimiento, los cambios de neumáticos o el coste del seguro obligatorio. No obstante, numerosos usuarios consideran negativo el hecho de no ser propietarios y ser siempre arrendatarios. En el lado negativo se contabiliza también la penalización que suele existir por sobrepasar los kilómetros recorridos establecidos o la posible existente en caso de cancelar el contrato.

El coche por suscripción es un alquiler puro, con periodos de contratación más cortos. Esta flexibilidad máxima permite cambiar a menudo el vehículo, sin necesidad de dar entrada y con todo incluido. Otra de las fórmulas que se han introducido durante los últimos años es el carsharing, utilización y pago de coches por tiempo, incluso por minutos y por horas.

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