La vez que Steven Spielberg quiso competir contra Disney y terminó en un gran fracaso

No cabe duda de que Steven Spielberg es una de las figuras más importantes del séptimo arte. Con cintas como E.T. el extraterrestre, Tiburón y Jurassic Park, Spielberg ha dado cátedra de cómo hacer una obra cinematográfica que trascienda el tiempo. Más aún, dos Premios Oscar, uno por La lista de Schindler y otro por Rescatando al soldado Ryan, son muestra de lo que ha hecho Spielberg por el cine.

A pesar de todo su ingenio, hay algo que Spielberg nunca logró hacer: vencer a la Casa del Ratón. En algún momento de su carrera, el cineasta se propuso competir contra Disney, inaugurando todo un universo de personajes animados, sin embargo, todo terminó en fracaso. Incluso con toda su experiencia, ni el propio Spielberg pudo derrotar a la empresa de Walt Disney.

La trayectoria de Steven Spielberg en la industria cinematográfica es nada menos que legendaria, a excepción de la vez que falló al emular a Disney con su propio estudio de dibujos animados. En medio de sus triunfos cinematográficos, Spielberg se aventuró en el ámbito de la animación con la creación de Amblimation, uno de los capítulos menos conocidos de su ilustre carrera.

Amblimation nació de una asociación entre Steven Spielberg y Universal Pictures, con el objetivo de crear una marca distintiva en el mundo de las películas animadas. El inicio del estudio estuvo influenciado en parte por las diferencias creativas de Spielberg con el animador Don Bluth durante la producción de La tierra antes del tiempo. Spielberg obligó a Bluth a eliminar varias tomas de la película animada que consideraba demasiado aterradoras para los niños, lo que llevó a Bluth a formar su propia productora y trabajar con Disney.

¿Qué películas formaron parte de Amblimation?

Un cuento americano: Fievel va al Oeste fue el primer largometraje de Amblimation y tuvo un modesto nivel de éxito. Recaudando un total de 40 millones de dólares en taquilla frente a un presupuesto de producción de 16.5 millones de dólares, el éxito financiero de la película se vio atenuado por importantes costos de marketing.

Tras el modesto éxito de Un cuento americano: Fievel va al Oeste, Amblimation lanzó Chicos, estamos de vuelta, con la esperanza de capitalizar la moda de los dinosaurios impulsada por Jurassic Park. Desafortunadamente, la película fue un fracaso de taquilla, recaudando apenas 9 millones de dólares frente a un presupuesto de 20 millones de dólares.

El cierre de Amblimation en 1997 marcó el final del experimento de Spielberg, luego varias decepciones de taquilla que hicieron insostenible la continuación de las operaciones. A pesar del potencial creativo y la animación de alta calidad que produjo Amblimation, la realidad financiera del negocio cinematográfico resultó ser un desafío insuperable. Sin embargo, la historia de Amblimation no terminó en derrota ya que los 250 miembros del personal encontraron un nuevo comienzo en DreamWorks Animation.