La película nominada en los Premios Goya que más reivindica el cine se basa en una poderosa novela que se lee en un día

La película nominada en los Premios Goya que más reivindica el cine se basa en una poderosa novela que se lee en un día

En el pasado Festival de cine de Toronto tuvo su premiere mundial una de las películas españolas más curiosas —en cuanto a su producción y ecléctica identidad de sus responsables se refiere— de la temporada cinéfila de 2023. Hablamos de La contadora de películas, coproducción entre Chile, España y Francia que dirige la veterana directora danesa Lone Scherfig —conocida por títulos como Italiano para principiantes (2000), Wilber se quiere suicidar (2002) y An Education (2009)— y escriben el brasileño Walter Salles y los españoles Rafa Russo e Isabel Coixet (los tres, directores de cine) adaptando la novela homónima del escritor chileno Hernán Rivera Letelier. El reparto actoral está compuesto por intérpretes de diferentes países entre los que destacan la actriz franco-argentina Bérénice Bejo, el español Antonio de la Torre y el hispano-alemán Daniel Brühl.

La trama gira en torno a las dificultades económicas que atraviesa una comunidad de un pueblo minero del chileno desierto de Atacama durante la década de los 60. La protagonista es María Margarita, una joven cuya capacidad para narrar las películas que visiona en el cine la convierten en la contadora oficial del pueblo, donde la mayor parte de la población le es imposible costearse una entrada para acudir al cine. Un drama humanista, agradable, que señala las enormes virtudes y el poder que tiene el arte.

La película inauguró la última edición de la SEMINCI y ha obtenido tres nominaciones a los premios Goya (mejor actriz revelación para Sara Becker, mejor dirección artística y mejor diseño de vestuario). Aunque lejos de las mejores obras de su directora La contadora de películas bien merece su visionado: una trama para todos los públicos que vindica la fuerza del cine como vehículo cohesionador y la necesidad del ser humano de narrar historias. La novela de mismo título de la que parte el filme fue publicada por primera vez en 2009 por Alfaguara.

El libro de Rivera Letelier —Premio Nacional de Literatura de Chile y conocido por títulos como Santa María de las flores negras (2002), Mi nombre es Malarrosa (2008) o El arte de la resurrección (2009), con la que obtuvo el premio Alfaguara— ha sido traducido a varias lenguas y ya fue adaptado al teatro con anterioridad. Sin alcanzar las 120 páginas y con numerosos capítulos de corta extensión el autor chileno sitúa el foco en las necesidades que padeció el Norte de Chile durante la década de los 60 a través de una poderosa y vitalista historia que muestra el poder transformador de la ficción. Una novela que puede leerse en un día y que supera en calidad a su adaptación cinematográfica. He aquí el comienzo para animar a su lectura: «Como en casa el dinero andaba a caballo y nosotros a pie, cuando a la Oficina llegaba una película que a mi padre —sólo por el nombre del actor o de la actriz principal— le parecía buena, se juntaban las monedas una a una, lo justo para un boleto, y me mandaban a mí a verla. Después, al llegar del cine, tenía que contársela a la familia reunida en pleno en la pieza del living».