Tamara Gorro habla como nunca de sus operaciones estéticas: "Me empiezo a quitar cosas y me quedo en nada"

Tamara Gorro en ‘Y ahora sonsoles’

Este martes, en Y ahora Sonsoles el ambiente estaba caldeaito. Todos los colaboradores tenían una tarde por delante de lo más entretenida después de haberse publicado las portadas del corazón: Bertín Osborne, Mari Ángeles Grajal, José Gandía eran, entre otros, los grandes titulares de las revistas. Muchos melones abiertos, según Tamara Gorro. Una expresión que daba pie a Sonsoles Onega ha contestarle, dejándola con la boca abierta: “Melones los que tienes tú hoy ahí”, decía en referencia a su pecho.

Eso daba pie a abordar uno de los primeros temas de la tarde: las operaciones estéticas, algo que últimamente está a la orden del día en la redes sociales. De hecho, en las últimas horas, el estado en el que ha quedado la Pelo Pony tras poner rumbo a Turquía es algo que ha ocupado más de un titular. La artista se ha hecho de todo en su rostro: lifting de mandíbula, mejillas, cat ete, eyerbrow, la blefaroplastia y la nariz, un total de seis cirugías.

Tamara Gorro al descubierto

La influencer, ni corta ni perezosa, cogía al toro por los cuernos y, luciendo un vestido con la parte superior rosa fucsia y con un escote muy pronunciado, le contestaba a la conductora del programa: “Muy bien señora, muy bien. Como los huevos de Bertín, XL”, decía.

“Lo suyo me costó. Me costo un dinero y hay que amortizarlo”, decía, tomándose entre risas el comentario de sus compañeros que previamente le habían dicho que venía “desmelonada”.

Seguidamente, la Gorro ha comentado que si empezaba a echar la vista atrás y se quitaba todas las operaciones y tratamientos que se había hecho en los últimos hechos se quedaba sin nada: “Si esto es postizo hija, yo me quedo como una patata. Me empiezo a quitar cosas y me quedo en nada”, decía tirando de humor.

Asimismo, Tamara ha confesado que dio el paso para operarse el pecho justo cuando fue miss. Le ofrecieron hacer la portada de Interviú y ni se lo pensó: “Me las puse y las posé. Con las que tenía ni me llamaban”, decía. No obstante, antes de hacerlo, no tenía dinero para operarse y pidió un préstamo para verse “un poco más luminosa, porque yo era una cosita…”.

No es la primera vez que Tamara Gorro habla sin tapujos sobre sus retoques. De hecho, es algo que siempre ha defendido y que no va a dejar de hacerlo si su objetivo es verse bien y gustarse a sí misma.