Los argumentos para mantener una tabaquera en cartera

En el mundo cada vez hay menos fumadores. Según un estudio publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) hace 20 años 1 de cada 3 adultos consumía tabaco. Ahora es 1 de cada 5. Con este escenario como telón de fondo, el negocio de las empresas tabaqueras parece cada día estar más en declive.

Lo cierto es que grandes empresas del sector, como British American Tobacco (BAT) -una de las firmas de Tressis Cartera Eco30, el fondo de inversión asesorado por elEconomista.es- ya lo están percibiendo. La empresa propietaria de conocidas marcas como Lucky Strike, Pall Mall o Winfield entre otros, presentaba esta misma semana sus resultados del ejercicio 2023 en los que informaba de una caída de un 1% de los ingresos por el menor consumo de cigarros. De hecho, la compañía anunciaba a finales de diciembre que asumiría un cargo por deterioro de alrededor de 25.000 millones de libras (31.500 millones de euros) al reevaluar el valor de algunas de sus marcas de cigarrillos en Estados Unidos. Finalmente, BAT ha elevado esta cifra a 27.000 millones de libras.

Pese a ello, BAT lograba un incremento de más de 3 millones en los consumidores de no combustibles y los ingresos de nuevas categorías crecían un 16%, logrando, según la compañía, rentabilizar este segmento dos años antes de lo previsto. “Si bien continúan vendiendo miles de millones de cigarrillos cada año, las grandes tabaqueras están cambiando a productos alternativos como vaporizadores, tabaco calentado y bolsas de nicotina que, según afirman, son menos dañinos”, explican desde Bloomberg. Con este mercado en declive, las tabaqueras ya existentes juegan con la ventaja de que no surgen nuevos competidores.

En la presentación de las cuentas, BAT anunciaba, además, la posibilidad de vender su histórica posición en la compañía india ITC (posee una participación del 29% valorada en 14.000 millones de libras) “para buscar una mayor flexibilidad en el balance de la empresa”, según declaraba el CEO de BAT, Tadeu Marroco. Solo en un ejercicio, la compañía ha sido capaz de reducir su deuda neta un 10% pasando de los casi 39.300 millones de libras en 2022 a algo más de 35.400 millones en 2023. Los expertos esperan que consiga situarla por debajo de 30.000 millones de libras en 2026 (28.360 para ser exactos), lo que supone una reducción del 20% en tres ejercicios. Para 2027, los analistas creen incluso que BAT conseguirá situarla por debajo de los 20.000 millones.

El mismo día de la presentación, este jueves, las acciones de la compañía se disparaban en bolsa más de un 7%, su mayor subida en una sesión desde marzo del 2020. Gracias a ella, BAT logra engordar sus ganancias en 2024 hasta el 8% y el consenso de expertos que recoge FactSet aún cree que pueda seguir subiendo durante los próximos meses un 38% adicional hasta las 34,05 libras por acción que estiman de precio objetivo.

El dividendo de la tabaquera es otra de las grandes fortalezas de inversión. Con cargo a los beneficios de 2023, el consenso de analistas que recoge FactSet espera que reparta un dividendo de 238,61 libras por acción. Esta retribución, que renta actualmente sobre un 10% (de las más elevadas de Eco30), crecerá un 28% hasta superar las 300 libras por acción en 2027.

Los expertos esperan también que el flujo libre de caja (FCF) de la compañía alcance los 10.000 millones de libras este mismo año creciendo a doble dígito con respecto 2023. Otra de las virtudes de BAT como inversión es que se compra por debajo de su valor en libros, a 0,8 veces.