El helicóptero donde viajaba el presidente de Irán sufrió un "aterrizaje forzoso"
El helicóptero donde viajaba el presidente de Irán sufrió un
Un helicóptero que transportaba al presidente iraní Ebrahim Raisi sufrió un “aterrizaje forzoso” este domingo, según informó la televisión estatal iraní y consignó la agencia AP, sin dar más detalles.
Raisi viajaba por la provincia iraní de Azerbaiyán Oriental. La televisión estatal señaló que el incidente ocurrió cerca de Jolfa, una ciudad en la frontera con la nación de Azerbaiyán, a unos 600 kilómetros de Teherán, la capital iraní. Raisi había acudido al país vecino para inaugurar una presa este fin de semana junto al presidente Ilham Aliyev.
De momento no precisiones oficiales de su estado ni el de los acompañantes. El ministro del Interior de Irán, Ahmad Vahidi, explicó a la televisión estatal que el helicóptero accidentado se había comunicado por radio en un primer momento, pero no pudo volver a establecer la conexión.
“El presidente y sus acompañantes regresaban en varios helicópteros y uno de ellos se vio obligado a realizar un aterrizaje forzoso por el mal tiempo y la niebla”, indicó Vahidi. “Varios equipos de rescate están en camino hacia esa zona, pero por las condiciones del tiempo y la niebla puede que tarden en llegar hasta ellos”, indicó.
El ministro agregó que las características de la zona dificultan el contacto con el helicóptero. “Estamos esperando que los equipos de rescate lleguen al lugar”, aseguró Vahidi a medios locales. Según la agencia local iraní, IRNA, el helicóptero del presidente de Irán tuvo que aterrizar en una zona “boscosa” en la que había niebla e intensas lluvias.
Otros dos helicópteros que volaban junto al del presidente iraní sí han logrado regresar sin problemas, según informa la cadena Al Jazeera, que asegura que Raisi volaba acompañado de su ministro de exteriores y del representante del líder supremo iraní en la región.
Raisi tiene 63 años y ganó las elecciones en 2021, en las que registró la participación más baja de la historia. Está sancionado por Estados Unidos por su implicación en la ejecución masiva de miles de presos políticos en 1988, al final de la guerra con Irak.
El sistema político iraní establece que, en el caso del fallecimiento del presidente, su vicepresidente Mohammad Mokhber, asumiría el cargo hasta la celebración de nuevas elecciones, que deberán tener lugar en un plazo máximo de seis meses.