La desesperada medida de Rusia para fabricar drones: pedir donaciones de vapeadores

La desesperada medida de Rusia para fabricar drones: pedir donaciones de vapeadores

Un grupo militar de la Universidad de Samara en el país estaría pidiendo a sus compañeros estos dispositivos, además de otros utensilios.

27 de noviembre 17:14 27 de noviembre 17:14 Manuel Fernández

Cigarrillo electrónico

Armamento

No es un misterio que Rusia y Ucrania están gastando recursos que no tienen en su conflicto. En España se han visto situaciones que reafirman esta precariedad; vehículos reforzados con madera, drones de dudosa calidad y un sinfín de ejemplos más avalan este hecho. Ahora, medios locales en Rusia aseguran que se están recaudando vaporizadores (los famosos vaper) para construir drones de combate.

Así lo recogen medios como Kyiv Post o el Novaya Gazeta Europe. Explican que un club “militar patriótico” de una universidad rusa estaría pidiendo a los estudiantes de la entidad sus vaporizadores para la construcción de drones caseros. Incluso hay una campaña publicitaria al respecto, con un folleto que reza el siguiente eslogan: “¡1 cigarrillo electrónico = 1 ataque con drones al enemigo!”.

Lejos de ser una ocurrencia de un grupo de estudiantes, el club militar explica que fueron “personas involucradas en la operación militar especial” los que les pidieron que realizaran esta iniciativa. Y de hecho, los vaper no son los únicos dispositivos recolectados por este grupo.

Cigarrillos electrónicos para Rusia

Todo comienza con el llamado “club militar patriótico Falcon”, de la Universidad Estatal Aeroespacial de Samara, en Rusia. El club ha lanzado una curiosa campaña para que sus compañeros donen sus cigarrillos electrónicos, distribuyendo folletos y colocando puestos de recolección por toda la instalación académica.

En la red social VK (el equivalente a Facebook en Rusia) el grupo ha publicado una imagen del folleto principal en cuestión. Un póster que se inspira en uno de la época de la Unión Soviética en la que se promulgaba el absentismo; el estilo de la imagen ha sido prácticamente calcado, pero adaptándolo a nuestros tiempos.

Izquierda: póster propagandístico de la URRS. Derecha: imitación de la campaña universitaria.

Este club fue fundado en 2008 por el departamento dedicado a cuestiones militares de la universidad, y no ha recolectado únicamente cigarrillos electrónicos. También han recogido móviles rotos, ropa, alimentos e incluso estufas. Todo desde que comenzó la invasión a Ucrania en febrero del año 2022. Recordemos que en Rusia se define a esta invasión como “operación militar especial”.

Y tiene sentido, ya que tanto Rusia como Ucrania están usando todos sus recursos en la guerra, hasta el punto de fabricar armas y señuelos a partir de piezas reutilizadas. Un claro ejemplo de ello son los señuelos que ambos bandos usan para distraer a sus armamentos inteligentes, ya famosos en todo el mundo.

Escopeta anti drones rusa casera.

Business Insider expone cómo empresas ucranianas y rusas están aprovechando al límite esta situación. Por ejemplo, una empresa de Ucrania habló sobre reutilizar barriles de petróleo ruso para fabricar reflectores de radar falsos. Los vaporizadores, precisamente, están siendo usados para la carga de drones y el desarrollo de equipos de visión nocturna.

Esto se puede hacer de forma más o menos sofisticada. Uno de los ejemplos más bizarros se pudo ver en octubre del año pasado, cuando un ingeniero ucraniano usó un dron de DJI diseñado para producciones cinematográficas con una ametralladora, con la idea de acabar con los kamikazes rusos.

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